¿CÓMO INFLUYE EL EJERCICIO FÍSICO SOBRE LAS DISLIPIDEMIAS?
El aumento de la actividad física es un componente esencial en el
manejo de las dislipidemias. Existe evidencia que la actividad física regular
reduce la mortalidad por enfermedad cardiovascular.
Este efecto benéfico se produce a
través de distintos mecanismos: reduce los niveles de
Col-LDL, triglicéridos y aumenta los niveles
de Col-HDL. Puede promover reducción del peso corporal en sujetos con sobrepeso. Tiene
un efecto favorable sobre la presión arterial, resistencia a la insulina y la vasculatura
coronaria.
El
ejercicio debe poner el énfasis en actividades aeróbicas, tales como la
caminata rápida,
trote, natación, bicicleta o tenis, que producen un estrés moderado sobre
el sistema cardio-respiratorio y debe ser prescrito considerando cantidad, intensidad
y frecuencia. Una vez que se logren las metas deseadas debe mantenerse
de forma permanente un programa regular de ejercicio.
CONSEJOS PARA REDUCIR EL CONTENIDO
EN GRASA DE LA DIETA:
Las grasas son nutrientes esenciales; pero el consumo excesivo de grasas saturadas constituye un serio problema para tu salud.
El consumo excesivo de estas grasas, más que ningún
otro componente de tu dieta, puede subir el nivel de colesterol.
Mientras más alto es el nivel de colesterol, mayor es el riesgo de desarrollar
una enfermedad cardiovascular.
La mayor parte de las grasas saturadas de la dieta provienen de
productos animales; por lo tanto, la única manera de reducir el consumo de
grasas saturadas de la dieta es reduciendo el consumo de productos de
origen animal.
Recomendaciones:
- Reduce la cantidad de carnes grasas y productos lácteos con leche entera (26 o más por ciento de materia grasa).
- Elige carnes magras y productos lácteos con bajo contenido de grasa.
- Consume frutas, verduras, legumbres y cereales, reemplazando el consumo de alimentos grasos.
- Para cocinar usa aceites vegetales, preferentemente aceite de oliva.
- No cocines con grasas de origen animal: mantequilla, manteca,etc.
Aprende a remplazar alimentos:
No consumas
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Consume
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Leche entera
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Leche descremada
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Yema de huevo
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Clara de huevo
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Quesos cremosos
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Queso fresco, semigraso.
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Margarina/mantequilla
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Aceite de oliva
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Helados de leche
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Helados de agua o de yogur
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Crema en postres, salsas o comidas.
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Yogur, salsas con vegetales, aceite de oliva.
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Carnes de vacuno con grasa visible, cerdo, pato, cordero
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Carnes magras (pavo, pollo, conejo)
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Fiambres y embutidos
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Pechuga de ave
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Atún enlatado en aceite
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Atún enlatado en agua
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Sopas/cremas
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Consomé
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Bollería industrial
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Postres caseros preparados con leche descremada, clara de huevo
y sin crema.
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Mayonesas y otros aderezos comerciales
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Aceite, vinagre, limón y hierbas.
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El que cocina controla los ingredientes que se incorporan en sus platos.
Pequeños cambios en la manera de preparar las comidas puede suponer una enorme diferencia en la salud de nuestra familia.
Por
ejemplo:
- Consume tus alimentos horneados, asados o a la parrilla.
- Prepara tus verduras y pescados al vapor.
- Usa más el microondas, no requiere añadir grasas.
- Cuando dores o ases tus carnes, colócalas sobre una parrilla, así la grasa derretida se puede eliminar.
- En lugar de freír, prepara tus alimentos “a la plancha” o con una pequeña cantidad de aceite de oliva.
Reduce el número y el tamaño de la porción de carnes rojas,
prefiere cortes sin grasa visible.
La
porción no debe exceder los 120 gramos. Prefiere pescado, pollo o pavo sin piel, como
plato proteico principal.
Verduras
Prepáralas al vapor o simplemente intenta comerlas crudas o en ensalada. Para
añadir sabor, agrega limón o aceite de oliva con alguna especie. También puedes prepararlas en puré, a la plancha o al horno.
Postres
Las frutas frescas son siempre una buena elección. Para ocasiones
especiales, si preparas algún postre, prefiere recetas que utilizan aceite vegetal
en lugar de mantequilla o margarinas duras.