19 dic 2012

ALIMENTACIÓN INFANTIL EN NAVIDAD



Las vacaciones Navideñas son una buena oportunidad para los más pequeños de comer en familia, pero también es la época del año en la que el riesgo de que el niño acabe cogiendo unos quilos de más, es mayor.



Por un lado, los niños abandonan su rutina habitual, se levantan más tarde y disminuyen las actividades físicas. Por otro lado, aumenta la ingesta calórica, los horarios de las comidas se modifican y los hábitos alimenticios se ven alterados.

Entre las abundantes comidas familiares y las interminables sobremesas con turrón, mazapanes y todo tipo de dulces, parece complicado que los niños lleven una dieta sana y equilibrada durante estas Navidades, pero a continuación te vamos a contar todo lo que necesitas saber para “no bajar la guardia” y cuidar sus hábitos alimentarios.
                                                                                       
Para que los más pequeños  de la casa puedan disfrutar de la Navidad sin caer en excesos y sin perder su vitalidad, debemos seguir estos fáciles consejos:


1.Empezaremos con la lista de la compra: compraremos lo justo y necesario, evitando “caprichos” que puedan llevar a comer a los niños a deshoras, evitando así posibles “tentaciones”.
 
2. Se deberán respetar las 5 comidas diarias, evitando así los picoteos entre horas. De esta forma, los niños no llegaran con demasiada hambre a las principales comidas, y se evitaran los “atracones y empachos”.
 
3. No te obsesiones con contar las calorías que toma tu hijo. Lo importante es que haya un equilibrio en sus comidas. Se pude comer “un poco de todo”.
 
4. No te olvides del desayuno, aunque no haya clases. Es la comida más importante del día. Las navidades son un buen momento para  aprovechar y hacerlo en familia. 
 
5. 
Durante estas fechas recuerda que tus hijos deben comer frutas y verduras, de esta forma aseguraremos el aporte vitamínico adecuado. Puedes aprovechar para darles fruta entre horas o en el postre, combinándola con sus  dulces preferidos.

 6. No olvides que a los niños les atrae la comida, en primer lugar, por la vista, así que es importante que cuides la presentación de los platos, haciéndolos atractivos.
 
7. Intenta que beban dos litros de agua al día y reduce el consumo de bebidas azucaradas en las celebraciones.
 
8. En las sobremesas, sustituye la bollería industrial por postres caseros. Aunque pases un poco más de tiempo en la cocina, tu salud y la de tu hijo lo agradecerá.
 
9. Tan importante como cuidar el consumo es poder quemar el exceso de calorías. Intenta que tu hijo haga ejercicio, que juegue al aire libre o que pasee para quemar esos dulces de más.
 
10. Por último, recuerda que la Navidad es una fecha para disfrutar de la comida en familia, así que concédele de vez en cuando un capricho a tu hijo.



Es muy importante saber cuáles son los alimentos más saludables en nuestra dieta y cuáles debemos limitar,  pero también debemos conocer qué nos aporta cada alimento.
A continuación, te ofrecemos una lista con los alimentos típicos de estas fiestas y su información nutricional.


Foie o paté: aunque es una fuente importante de proteínas, es muy rico en grasa saturada y muy calórico, por lo que su consumo debe ser limitado.




Mayonesa: es muy utilizada como aderezo  y para acompañar a varios platos navideños (ensaladas, ensaladillas, marisco, etc.). Está compuesta  por un 90% de grasa, y tiene un alto contenido en colesterol y calorías. Por eso, debemos consumirla en cantidades pequeñas o bien, sustituirla por salsa ligera (light) u otro tipo de aderezo.

El turrón: Sus dos ingredientes principales son el azúcar, o en ocasiones la miel, y los frutos secos como las almendras peladas y tostadas. Su composición les convierte en un dulce muy calórico, pero con todos los beneficios de los frutos secos.

Los mazapanes: Con su consumo, nos beneficiamos de las propiedades de las almendras (ricas en ácido oleico, vitamina E, calcio, magnesio, potasio…) pero, igual que el turrón, son muy calóricos y conviene minimizar su ingesta.

Los mantecados: Se componen principalmente de cereales, manteca de cerdo, harina, azúcar y, en ocasiones, de frutos secos como la almendra y algunas especias. Son muy energéticos y ricos en grasas saturadas, conviene no abusar. 

 
 Bombones: el chocolate favorece la sensación de bienestar por sus efectos euforizantes y estimulantes. Su composición nutricional puede variar mucho; se rellenan con distintos elementos y hasta se pueden decorar con otros productos como coco o azúcar.






 Roscón de Reyes. No es tan calórico como los otros dulces navideños, no obstante, sería conveniente limitar su consumo a la comida de Reyes o, si ha sobrado, se podría tomar en el desayuno de días posteriores.



En el caso de los niños diabéticos, es muy importante prestar atención a las etiquetas de los productos. En la actualidad se comercializan dulces cuyo envasado especifica "sin azúcar añadido" y esto puede llevar a confusión al consumidor. Si el azúcar común (sacarosa) se ha sustituido por fructosa, el producto contendrá las mismas calorías que la variedad original. Por lo tanto, no debemos fiarnos solo del mensaje más vistoso del envoltorio, sino que deberemos comprobar también la etiqueta, al compararla con otro producto similar. Para que un alimento sea apto para diabéticos, no deberá contener más de 0,5 g de azúcar por cada 100 g de producto.



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