DESCRIPCIÓN:
La
dieta blanda consiste en alimentos preparados con muy poca grasa, especias y
condimentos ( para que la estimulación
gástrica sea escasa), así mismo, elimina el café, las bebidas que contienen
cafeína y las bebidas alcohólicas.
Se
utiliza como dieta de transición, ya
que la consistencia de los alimentos que incluye se sitúa entre la dieta líquida y la normal. Normalmente es en los posoperatorios cuando tiene su aplicación, además
de en las alteraciones gastrointestinales y en general en las personas
convalecientes y en los procesos de retroalimentación.
La
administración de ésta se realiza siguiendo las siguientes premisas: la comida
será de poco volumen, sus tomas se
realizarán distribuidas en 5 comidas al
día, con la intención de no sobrecargar el aparato digestivo, y el volumen
de comida irá aumentando progresivamente según la tolerancia del paciente.
Los
componentes de la dieta blanda deben ser fundamentalmente alimentos naturales,
fáciles de digerir y cocinados de forma muy sencilla. La cantidad y tipo de
alimentos que entren en la dieta variarán según las necesidades del enfermo.
El
contenido de fibra puede variar en la dieta blanda, ya que se ha comprobado que
la fibra no tiene un efecto irritante sobre la mucosa, aunque algunos sujetos
presentan problemas de flatulencia y distensión abdominal. Normalmente suele
incluirse en la dieta blanda fibra
vegetal suave.
INDICACIÓN:
La dieta blanda se
utiliza en:
a) El
período de transición entre la dieta de líquidos, la enteral, la parenteral o
la mixta, y la dieta normal.
b) Procesos
inflamatorios del tracto gastrointestinal como gastritis, úlcera, colitis.
c) Procesos
en que exista intolerancia a los lípidos.
d) Post-operatorios:
- digestivos: progresión lenta de la dieta
- extradigestivos
e) Infecciones,
enfermedades febriles.
f) Problemas
de masticación: para problemas en la dentadura o del sistema nervioso.
g) En
alguna fase de muchas enfermedades.
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