5 mar 2012

Embarazo (IV)

NO NOS OLVIDEMOS DE ...


      TOXOPLASMOSIS:


La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa ocasionada por un protozoo parásito llamado Toxoplasma gondii . Puede causar infecciones leves y asintomáticas, así como infecciones mortales que afectan sobretodo al feto , ocasionando la llamada toxoplasmosis congénita


Se transmite habitualmente desde los animales a los seres humanos a través de diferentes vías de contagio, siendo uno de los hospedadores definitivos el gato.
Se sabe que el parásito cruza la placenta pudiendo transmitirse al feto, si la madre se infecta por primera vez durante el embarazo. Sin embargo, si la infección ocurrió antes de quedar embarazada, el bebé no puede ser infectado. Para saber si la madre ha sufrido la infección previa al embarazo se realiza un análisis de sangre alrededor de las 10 semanas.

Las medidas de prevención son particularmente importantes en las mujeres embarazadas y consisten en normas generales de higiene para evitar la transmisión por alimentos o agua contaminada. Por ello es importante que tengáis en cuenta:





-  No conusmir carne cruda o poco cocinada. Comerla totalmente cocinada (más de 65ºC en el centro de la pieza) o congerlarla previamente (2 días). Elegir preferentemente la de cerdo o ave.
-  Lavar bien frutas y verduras.
-  Evitar la carne de caza, los huevos crudos y la leche no pasteurizada.
-  Lavarse bien las manos.
-  Beber agua tratada.
-  Evitar dar de comer carne cruda a los gatos, así como el contacto con sus heces, o cualquier contaminación fecal (jardín).
-  Atención con los instrumentos de cocina con los que se corta la carne.
-  No existe vacuna.



LAS MUJERES DIABÉTICAS TAMBIÉN PUEDEN SER MAMÁS:

Todas aquellas mujeres diabéticas que deseéis quedaros embarazadas, debéis saber que es una decisión que debe ser supervisada desde el principio, ya que es necesario mostrar un óptimo control glucémico.
Desde el primer día de gestación, es fundamental realizar controles diarios y frecuentes de glucemias para ajustar la dosis de insulina.

En la práctica, los resultados han mejorado de tal forma que, hoy en día, se puede decir que un embarazo programado en las mejores circunstancias posibles, con un control constante, y un tratamiento optimizado, hacen que la maternidad sea para las mujeres diabéticas de un riesgo similar al de las que no lo son.


DIABETES GESTACIONAL:

La Diabetes Gestacional consiste en la elevación inadecuada de la glucosa detectada por primera vez durante el embarazo, en mujeres previamente NO diabéticas. No presenta síntomas, por lo que es necesario realizar un análisis para detectarla. Éste suele hacerse de forma sistemática a todas las embarazadas alrededor de las 24 - 26 semanas.

En la mujer embarazada existe una situación natural de resistencia a la insulina, es decir, la gestante tiene que producir hasta tres veces más insulina para mantener un equilibrio en los niveles de glucemia (glucosa en sangre) y si no se consigue, es cuando se puede desencadenar dicha diabetes.




Es necesario cuidar especialmente la alimentación antes y durante el embarazo, practicar ejercicio regularmente y si se diagnostica, realizar frecuentes autocontroles. Con ello, conseguir y mantener un buen control glucémico para prevenir que el bebé nazca con tamaño y peso excesivos y evitar también la hipoglucemia al recién nacido.
A los dos meses, o al final de la lactancia materna, se debe controlar si la hiperglucemia ha desaparecido realmente. Posteriormente es deseable un control anual. 
Hasta un 25% - 30% de mujeres que han presentado diabetes gestacional, desarrollan una diabetes Tipo 2 en los sucesivos años. Estos datos aconsejan tomar las medidas más adecuadas de prevención, es decir, seguir una alimentación equilibrada, mantener el normopeso, y adquirir el hábito del ejercicio físico moderado y diario.

La clave fundamental del tratamiento es el control metabólico, pues manteniendo unos niveles normales de glucemia se evitan las posibles complicaciones.





RECOMENDACIONES DE CONSUMO DE PESCADO PARA POBLACIONES SENSIBLES DEBIDO A LA PRESENCIA DE MERCURIO:

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), con el fin de minimizar los riesgos presentes en los alimentos y proteger la población (en especial a los grupos más vulnerables), ha establecido recomendaciones de consumo de pescado debido a la presencia de mercurio.
El metil-mercurio proviene de la contaminación medioambiental y los peces lo acumulan a lo largo de su vida, especialmente los mariscos y aquellas especies de gran tamaño como los grandes depredadores.
La forma orgánica del mercurio (metil-mercurio) posee una elevada toxicidad, se disuelve fácilmente en la grasa y atraviesa la barrera hemato-encefálica y la placenta pudiendo provocar alteraciones en el desarrollo neuronal del feto y en niños de corta edad.
La recomendación de precaución en el consumo de pescado va dirigida a mujeres embarazadas o que puedan estarlo, mujeres en fase de lactancia y niños de corta edad (entre 1 y 30 meses). Se recomienda que este grupo de población consuma una amplia variedad de pescados, evitando consumir las especies más contaminadas con mercurio:



El consumo de filete de atún rojo es poco habitual en nuestro entorno, pero en cambio, las latas de atún en conserva sí son muy usuales.

1 comentarios:

Bebes dijo...

Interesante articulo, hay que cuidarse mucho de la enfermedad si, los médicos recomiendan no tener contacto con los gatos que suelen cazar por mas seguridad además de lo que menciona el post...


http://www.bebeslectores.com

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