Con carácter orientativo, se propone que las necesidades nutritivas del
escolar se distribuyan a lo largo del día en la proporción siguiente:

El
desayuno es una de las tomas del día más importantes y debería cubrir, al
menos, el 25% de las necesidades nutritivas del escolar. El tipo de alimentos
que lo componen, al ser generalmente muy del gusto de los niños, facilita que
esta recomendación se cumpla.
Las prisas por
llegar a la escuela y la somnolencia de los primeros momentos de la mañana, en
ocasiones impiden realizar la primera comida del día correctamente, lo que
puede provocar una disminución de la atención y del rendimiento en las primeras
horas de clase. La familia debe tratar de organizar su tiempo para que el
escolar pueda disfrutar de un buen desayuno.
Con cierta frecuencia, los niños que desayunan mal llegan hambrientos a la
hora del recreo y entonces comen demasiado y no siempre lo
conveniente:“chucherías”, bollos, etc., que, además, les quitan el apetito en
la hora de la comida.
No se debe sustituir nunca un desayuno completo por este tipo de alimentos.

En los
hábitos alimentarios españoles, la comida del mediodía es la más consistente.
Al menos, ha de cubrir del 35 al 40% de las necesidades nutricionales diarias
del individuo.

La fruta ha de constituir el postre habitual.


La merienda no
debe ser excesiva, para que los niños mantengan el apetito a la hora de la
cena. La denominada “merienda cena” es una opción nutricional aceptable cuando
se incluyen alimentos suficientes y variados y se practica ocasionalmente.
El consumo, por ejemplo, de un bocadillo de tortilla francesa y queso con
una fruta y, antes de ir a la cama, un vaso de leche, puede ser una alternativa
eventual a la merienda y la cena.

La cena se elegirá en función de los alimentos ya tomados en las otras comidas
del día. Debe ser consumida a una hora no muy tardía para evitar que la
proximidad al momento del sueño impida que los niños duerman bien.
0 comentarios:
Publicar un comentario