El cálculo de las necesidades nutricionales de la población infantil
realiza una medición de cuáles son las cantidades de macronutrientes y energía
necesarios para garantizar el correcto crecimiento y desarrollo, tanto físico
como psicológico de la población infantil.
Aporte de energía y nutrientes:
Energía
Todos los alimentos, en función de su contenido en nutrientes, aportan
calorías, en mayor o menor grado. Los alimentos al consumirse liberan estas
calorías –energía– que nos permiten crecer, trabajar, practicar un deporte,
etc. Los aportes de energía –calorías– deben cubrir los gastos del organismo:
- Energéticos, ligados al mantenimiento de la temperatura corporal (37 º C).
- De crecimiento, muy elevados durante el primer año de vida, y que bajan sensiblemente después para ir aumentando de forma progresiva hasta alcanzar la adolescencia.
- Ligados a la actividad física, que en este periodo, es elevada (muy especialmente en los escolares que practican deportes). Es necesario luchar contra la vida sedentaria para mantener un peso adecuado, pues no basta reducir el aporte calórico si la actividad es escasa.
Proteínas
Las necesidades de proteínas se expresan en relación
con el peso corporal correcto, el que corresponda a la estatura y desarrollo.
Son muy altas en los lactantes, disminuyen posteriormente y se elevan de nuevo
en la pubertad. Las máximas
necesidades en proteínas se producen entre los
10-12 años, –en el caso de las chicas–, y entre los
14 y 17 años, en los chicos.
Hidratos de carbono
La
presencia de hidratos de carbono en la dieta esencial para cubrir las
necesidades energéticas, por lo que hay que estimular el
consumo de los alimentos que los contienen. Hay dos modalidades de hidratos de
carbono: los complejos, como los que se encuentran en los cereales; y los
simples, como el azúcar. Una alimentación saludable debe contar con cantidades
adecuadas de ambos, pero con un predominio de los complejos.
La
fibra dietética
Es
una sustancia que se encuentra en los alimentos de origen
vegetal. La
fibra es necesaria en la alimentación porque constituye
una forma de prevenir y combatir el
estreñimiento, Se calcula que la dieta debe contener, al
menos, unos 25 gramos de fibra
diaria.
Grasas
La
cantidad de grasas consumida en los países del mundo occidental es superior a
la aconsejada. Se recomienda disminuir el contenido de este nutriente en la
dieta, muy especialmente las grasas de origen animal (saturadas). Por el
contrario, se aconseja el consumo de grasas de origen vegetal
(monoinsaturadas) sobre todo el aceite de oliva. El abuso de alimentos grasos y
la fritura como procedimiento habitual en la cocina, aumentan el valor calórico
de la dieta y contribuyen a la obesidad.
Vitaminas
Las vitaminas son sustancias
nutritivas esenciales para la vida, que se encuentran disueltas en
los alimentos, en el agua o grasa de composición.
El mejor medio para asegurar un aporte adecuado
de todas las vitaminas es proporcionar al escolar
una alimentación variada, con una elevada
presencia de frutas y verduras.
La expresión “5 al día”
sintetiza el número de raciones de
frutas y verduras que hay que tomar. Las vitaminas
se deben comprar “en el mercado”, al adquirir
alimentos que las contengan, y sólo se debe recurrir
a suplementos cuando el médico lo aconseje.
Minerales
Igualmente los minerales son esenciales para
la vida. Algunos se requieren en cantidades superiores a 100 miligramos por día
(calcio, fósforo, sodio y potasio) y otros se necesitan en cantidades menores
(hierro, flúor, yodo, cobre, zinc, selenio, etc.). Vamos a referirnos a algunos
de ellos:
- El calcio
Las necesidades de calcio son altas en este periodo
de la vida, especialmente en la adolescencia,
por lo que la alimentación debe ser rica en productos
que lo contengan de la forma más asimilable.
El calcio es esencial para la formación del esqueleto y,
finalizada la adolescencia, hay que mantener buenos
niveles de este mineral en la dieta, para reparar
las pérdidas que se producen a medida que se
alcanza la edad adulta. La osteoporosis –pérdida de
calcio óseo en la madurez–, constituye un
problema importante de salud pública. Se
manifiesta especialmente en las mujeres, por
lo que hay que conseguir un buen esqueleto de
partida –formado en la infancia y adolescencia–,
seguir una dieta rica en calcio y practicar el
adecuado ejercicio físico.
- El hierro
Las
necesidades de hierro son muy elevadas durante los
periodos de crecimiento rápido, por lo que el aporte
de este mineral es esencial en la edad escolar.
En el caso de las niñas, a partir de la pubertad las
hemorragias menstruales constituyen una pérdida
de hierro relativamente importante, por tanto la
presencia de este mineral en su dieta debe
ser mayor que en la de los chicos.
- El yodo
Las necesidades de yodo aumentan
moderadamente en la pubertad, sobre todo en las chicas. El consumo de sal yodada para condimentar las
comidas es una práctica deseable, porque garantiza la presencia de este
importante mineral en la dieta. Esto no significa que deba aumentarse el aporte
de sal en los alimentos, pues su adición siempre tiene que ser moderada.
- El flúor
La caries dental constituye un problema
importante de salud pública. La acción favorable del flúor está comprobada como
protector de las agresiones de los
ácidos orgánicos que producen los gérmenes
cariogénicos de la placa dentaria. Se puede utilizar sal fluorada o comprimidos
de fluoruro de sodio si el pediatra lo aconseja, así como dentífricos fluorados
o colutorios de flúor, que son excelentes medios para combatir este problema.La prevención de la caries debe realizarse
durante la infancia y la adolescencia.
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