23 may 2012

Guía Higiénico-Alimentaria para la 3ª edad


Guía higiénico-alimentaria para personas de edad avanzada

1.    Controlar el peso y prevenir estados de malnutrición. El colectivo de personas mayores es el que mayor prevalencia de desnutrición presenta. Un IMC menor de 17kg/m² o pérdidas de peso superiores a 5kg en 6 meses pueden indicar un estado de malnutrición.

2.    Consumir una dieta muy variada y equilibrada. Es muy importante consumir una dieta variada diariamente que incluya alimentos de todos los grupos. Antes que disminuir mucho el volumen de las comidas es preferible gastar la energía sobrante haciendo más actividad física (más tiempo de paseo, natación, bicicleta, baile o gimnasia). Dietas muy hipocalóricas pueden conllevar deficiencias importantes.

3.  Consumir diariamente dos o más raciones de verduras .  Consumir 3 o más raciones de fruta y al menos dos de lácteos. Aportan cantidades importantes de vitaminas, minerales, fibra y agua. También sustancias antioxidantes. Las preparaciones culinarias son las comentadas anteriormente. Para las ensaladas no abusar del aceite de oliva, ya que aunque es cardiosaludable, continúa siendo una grasa y por tanto, aporta bastantes calorías. Por otro lado, aderezos como el vinagre de manzana o de vino, limón, etc., no aportan calorías.
Es importante el consumo de frutas, verduras y hortalizas, en primer lugar porque los ancianos pierden paulatinamente capacidad de absorción, además debido a los múltiples fármacos que toman son frecuentes las interacciones fármaco-nutriente (por lo que disminuye su absorción y cantidad en el organismo). Por tanto, el aporte de micronutrientes debe estar garantizado para no tener deficiencias. Además, son fuente de fibra y agua que ayudan a contrarrestar el estreñimiento, que padecen muchos ancianos. Por último, su elevado contenido de agua previene la frecuente deshidratación que aparece en los ancianos, ya que con la edad disminuye la sensación de sed, además de que el riñón se vuelve más ineficaz dejando pasar proteínas y electrolitos que arrastran agua acentuando así la deshidratación.

4.       Limitar la ingesta de sal y azúcar. En los ancianos los sabores dulce y salado son los más disminuidos, por tanto, es muy importante la presentación de los platos para estimular el apetito, junto con el uso de saborizantes, hierbas aromáticas, ajo, etc. Respecto al sabor dulce, limitar el consumo de azúcar, usando preferentemente edulcorantes como sacarina, aspartamo, acesulfamo o ciclamato.
Recordar que en los ancianos son muy comunes patologías como la hipertensión y la diabetes.

5.       Modificar la textura y consistencia de la comida y facilitar la deglución. En personas con dificultad para masticar o tragar (disfagias) será necesario cortar, picar, hacer purés… Para facilitar la deglución, la comida ha de quedar jugosa. Añadir cremas, jugos, salsas o sopas aumenta la humedad de los alimentos, ayudando así a tragarlos mejor. Las alteraciones del gusto son importantes en estas personas por lo que se deben potenciar los sabores, olores y que la presentación sea lo más agradable posible a la vista. Para personas con boca seca, dar alimentos o bebidas ácidas o dulces, para estimular la secreción de saliva, como: limonada, zumo de arándanos, cubitos de hielo, caramelos duros sin azúcar, chicles, polos de hielo.

6.       Asegurar la ingesta de líquidos. Como se ha comentado, con la edad la sensación de sed disminuye, por tanto, cuando un anciano muestra sensación de sed, la deshidratación está más avanzada que en un adulto y la reposición de líquidos ha de ser inmediata. Además, el riñón pierde funcionalidad y ya no filtra con tanta eficacia, lo que favorece la deshidratación.Los zumos de fruta, de verdura natural y las infusiones son una buena alternativa para no beber siempre agua. Evitar las bebidas azucaradas, por la menor respuesta insulínica y también las carbonatadas, ya que un exceso de gas empeora el estado de estreñimiento.
En caso de insuficiencia renal, consultar con el nefrólogo, ya que se debe beber en consonancia con lo que se orine.

7.       Moderar el consumo de café y bebidas excitantes y suprimir o moderar el consumo de bebidas alcohólicas. En caso de que no exista contraindicación se permitirá el consumo de 1 o 2 vasos de vino, preferiblemente tinto, por su contenido en antioxidantes. Debe evitarse el consumo de mezclas y licores de alta graduación.

8.       Practicar ejercicio físico moderado y  de manera regular, según las posibilidades. En general es recomendable andar todos los días. También es muy recomendable el baile, el golf y la natación o gimnasia acuática. Y si las articulaciones lo permiten, correr o ir en bicicleta a ritmo suave y sin demasiado desnivel. En caso de incapacidad realizar ejercicios de estiramientos o gimnasia respiratoria.

9.       La comida se ha de procurar que sea apetitosa, agradable.Siempre que sea posible compartir mesa y fomentar la comunicación y relaciones sociales.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias sinceras.

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