24 oct 2012

Alimentación y cáncer


¿Qué alteraciones suelen padecer los enfermos oncológicos que más afectan a su alimentación?



-          Para estados de anorexia y trastornos del apetito:
1.    Comidas pequeñas y diversas tomas
2.    Variación de alimentos, platos y menús
3.    Alimentos de alto valor calórico y poco volumen (tamaño)
4.    Evitar los alimentos con escaso aporte energético.
5.    Evitar los líquidos en las comidas. Cuando se utilicen deben de aportar energía, como zumos, adición de leche en polvo, yema de huevo, mantequilla, etc.
6.   Las comidas deben hacerse cuando el paciente se encuentre de buen humor, junto con un ambiente familiar apacible y tranquilo.
7.    Evitar alimentos excesivamente grasos.
8.    Procurar que los platos no se vean muy abultados y que incluyan alimentos de todos los grupos
9.    Evitar los aromas y sabores fuertes, tanto en la preparación como en la degustación.

-          Trastornos del gusto y del olfato:
1.   Evitar siempre los alimentos de gusto y olor fuertes y penetrantes, como el café, brócoli, coliflor, sepia, etc.
2.    Servir los alimentos tibios, nunca demasiado fríos ni demasiado calientes.
3.    Evitar las salsas fuertes y preferir las suaves
4.   Procurar que los alimentos presentados tengan su sabor original, de forma que no se vean enmascarados por ningún proceso culinario.
5.    Es buena idea introducir sabores nuevos en los días en los que no se realice tratamiento

-          Para la boca seca:
1.    Elegir alimentos blandos, jugosos y húmedos.
2.    Añadir cremas, sopas, salsas a los alimentos sólidos.
3.    Escoger los alimentos templados.
4.    Aumentar el número de masticaciones de los alimentos
5.    Aumentar la higiene bucal

-          Boca y garganta dolorida:
1.    Elegir alimentos con texturas blandas y poco fibrosas, como son las sopas, cremas, purés, etc.
2.    Como la ingestión de los alimentos se produce de manera lenta y dolorosa, el paciente ingiere menor cantidad de alimentos, por lo que sería recomendable que se enriquecieran los alimentos con preparados farmacéuticos, yemas de huevo, queso fundido, etc. sin que aumente el volumen físico del alimento.
3.    Servir los alimentos a temperatura templada.
4.  Evitar los alimentos que generen escozor o picor, como los alimentos ácidos, salados, picantes, etc.

-           Para las nauseas y vómitos:
1.    Elegir principalmente alimentos secos: pan, galletas, magdalenas, etc. en las primeras tomas del día.
2.    Evitar beber durante las comida, es preferible dejarlo para después.
3.    Masticar de manera lenta y progresiva los alimentos.
4.    Tener en cuenta siempre los gustos del enfermo hacia los alimentos salados o dulces.
5.  La alimentación del paciente debe presentarse según la tolerancia/respuesta del paciente hacia los alimentos líquidos, semilíquidos, semisólidos o sólidos. No debemos dar al enfermo alimentos sólidos si su respuesta es negativa, deberemos retroceder a los alimentos semisólidos y así hasta que hallemos es estado óptimo.

-          Diarreas
1.    Evitar los alimentos con aporte de fibra, como los alimentos integrales, frutas y verduras.
2.    Comprobar la tolerancia/respuesta a la leche.
3.    Evitar los alimentos grasos y frituras.
4.  Realizar una dieta rica en alimentos astringentes, como el arroz, la manzana oxidada, el membrillo, patata, etc.
5.   Reponer los líquidos perdidos durante la evacuación, junto con la reposición de minerales, para ello es bueno el consumo de bebidas isotónicas, bebidas a base de limón, zumos naturales de frutas, té, etc.

-           Estreñimiento
1.    Aumentar el aporte de alimentos ricos en fibra como frutas con piel, verduras crudas, alimentos integrales, etc.
2.    Aumentar el consumo de agua.
3.    Realizar algún tipo de paseo después de las comidas principales.


-           Molestias gástricas
1.    Evitar los alimentos que producen digestiones pesadas como alimentos grasos, frituras, rebozados, empanados, legumbres, ensaladas, etc.


      Otra serie de recomendaciones más generales serían:

·        Modificación del horario, ofreciendo comidas más completas a las horas de mayor apetito, que suelen ser las matutinas, y fraccionando la toma el resto del día.
·     Comidas de poca cantidad pero muchas veces al día (6 a 10 tomas), con alimentos variados entre los que más le apetezcan.
·        Aumento del aporte de alimentos de mayor densidad energética, como los derivados de cereales (pan, sémola, tapioca, pasta), legumbres y mayor contenido proteínico (huevos, queso, fiambre) pero de poco volumen.
·        Enriquecimiento de la comida habitual añadiendo concentrado de proteínas en polvo o, de manera alternativa, leche en polvo. Tomar frutos secos o postres lácteos entre comidas. Añadir huevo duro rallado, carne picada, etc. a ensaladas o verduras.
·        Modificar la textura de los alimentos y utilizar con preferencia los líquidos y los alimentos jugosos de consistencia pastosa, que reducen el tiempo y el esfuerzo al comer.
·        Variar el tipo de alimentos y la forma de cocinarlos, ya que esto produce, sinó cansancio y aburrimiento. Hay que tener en cuenta que la comida es una estimulación para el paciente, por lo que hay que sorprenderlos y animarlos.
·        Si se despierta durante la noche puede tomar alimentos líquidos como, por ejemplo, leche, zumo, batido de frutas con leche, yogur batido, etc.
·   También puede beneficiarse de tratamientos para aumentar el apetito y/o del uso de suplementos nutricionales de venta en farmacias.  
·   Favorecer la compañía de amigos o familiares durante las comidas, ya que mejora el ambiente y proporciona confianza.
·        La forma de presentación de las comidas es muy importante, ya que estimula al paciente e incita a comer.
·       Adaptar la textura y consistencia de los alimentos a la situación de cada paciente. Suelen tolerarse mejor los alimentos al horno o hervidos. Los  fritos y rebozados producen saciedad precoz.



Una vez tenidas en cuenta estas recomendaciones, el personal que se encuentra al cuidado del paciente debe de comprobar que éste haya ingerido una cantidad de alimentos que se considere aceptable para su situación. No se debe forzar o insistir demasiado en que el enfermo coma, si no que los horarios,  maneras, texturas y cantidades deben ser como a él le apetezcan o agraden.

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