FASES DEL
CRECIMIENTO INFANTIL
PERÍODO FETAL.
- Peso de la embarazada: Si la
mujer sufre sobrepeso u obesidad, existe
una relación directa sobre el hijo en la que se incrementa el riesgo a
desarrollar obesidad en la edad adulta e incluso padecer sobrepeso en la
infancia.
PRIMER AÑO DE VIDA.
- Peso
al nacer:
Niñ@s con peso al nacer superior a los 3,5 kg presentan una prevalencia de obesidad significativamente más elevada en
comparación con niñ@s de peso por
debajo de los 2,5 kg.
- La lactancia materna: lactancia materna hasta los 3 primeros meses de vida, expresaron
menores tasas de obesidad, en comparación con niños que recibieron una
lactancia artificial.
REBOTE ADIPOSO.
- Se genera en niñ@s a partir de los 5 a 6 años,
donde de nuevo el IMC incrementa y se
podría relacionar con el desarrollo del sobrepeso en los siguientes años.
ADOLESCENCIA.
- Cambios físicos, redistribución de los depósitos de tejido
adiposo, siendo una etapa alto riesgo de desarrollo de sobrepeso u obesidad. La
probabilidad de que un niño obeso de
convierta en un adulto obeso aumenta del 20% a los 4 años a un 80% en la
adolescencia.
-
Cambios psicosociales
FACTORES DE RIESGO (I)
HÁBITOS ALIMENTARIOS.
Causas:
DISMINUCIÓN DEL CONSUMO DE
FRUTAS: El 61% de
la población infantil no consume fruta diariamente,
pero además existe una elevada tendencia a sustituir la fruta por un postre
lácteo, en concreto un 15% de los niñ@s lo realiza.
Primero, debemos hacer mayor promoción en un consumo
diario de al menos 3 piezas de fruta, puesto son imprescindibles en la alimentación
saludable aportando sobre todo vitaminas y fibra a la dieta. Pero a demás, jamás
un postre lácteo sustituirá una pieza de fruta, podemos añadirlo si lo deseamos,
pero nunca eliminaremos la fruta.
Es un dato muy alarmante
puesto que para prevenir la obesidad es imprescindible la inclusión de menos 2
raciones de verduras en la dieta diaria, junto a la fruta.
DISMINUCIÓN DEL CONSUMO DE
PESCADO: El pescado
es otro de los dolores de cabeza de los padres, con la respecto a la
alimentación. En los últimos años los niñ@s han incrementado el consumo de
carnes frente al de pescado, por lo que ellos tiene una mayor predilección
sobre la carne al no tener espinas. El 13% de los niñ@s no consume pescado
durante la semana, por lo que deberíamos promover su mayor consumo
durante la semana, y anteponerlo al pescado.
INCREMENTO DEL CONSUMO DE BOLLERÍA, DULCES, CARAMELOS, BEBIDAS
REFRESCANTES, FASTFOOD Y PRECOCINADOS.
En los últimos años su consumo se ha visto
incrementado, debido principalmente al aumento de su disponibilidad en el
mercado, y también porque muchos de los padres/abuelos lo utilizan como vía de escape para
cenas rápidas o premiar a los niñ@s.
Su alto consumo ha favorecido que la obesidad infantil se incremente en nuestra sociedad, junto al decaimiento del
deporte el cual hemos sustituido por actividades más sedentarias.
En la actualidad el 18% de los niñ@s declaran consumir
chucherías diariamente y el 28% las consume más de cinco
veces/semana. Pero además, el 12% admite que diariamente
consume pasteles, dulces y bollería industrial. Estos productos aportan mayormente exceso de calorías, exceso de
azúcares simples, exceso de grasas saturadas y grasas trans.
Debemos
concienciarnos de que su consumo debe ser
ocasional y no diario, además influye en la aparición de caries en
edades muy tempranas.
¿POR QUÉ EXISTE UNA MAYOR ELECCIÓN DE
BOLLERÍA Y GOLOSINAS?
Pero además debemos tener en cuenta que las madres han reducido el tiempo
que invierten en el cuidado de sus hijos, concretamente en el tiempo de preparación de la comidas, a causa de la introducción de la mujer en
el mundo laboral, por ello la población infantil adquiere antes una mínima independencia económica, pudiendo ser precaria respecto otras
épocas, pero suficiente para que los niños y las niñas tengan la capacidad de
elección en sus manos, elección que viene influenciada por los compañeros y
sobre todo por la publicidad que existe en la televisión.
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