27 feb 2012

Embarazo (II)


REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES

Los requerimientos nutricionales del embarazo vienen determinados por las necesidades de incremento ponderal, tanto de la madre como del feto. De la ganancia ponderal que se produce durante un embarazo, aproximadamente el 40% corresponde al feto, placenta y líquido amniótico, mientras que el resto resulta de un incremento de los tejidos maternos, es decir, útero, glándulas mamarias, sangre, líquido intersticial y grasa corporal.


Energía: Incrementar la ingesta recomendada en unas 300 Kcal/día a partir del 4º mes.


Grasas: Hasta los 6 meses el embrión absorbe a través de la placenta todos los ácidos grasos que necesita y después, aunque ya los sintetiza, continúa la transferencia (único medio para obtener los ácidos grasos esenciales). Por lo que se deben asegurar, pero no aumentar. Usar como preferencia el aceite de oliva, y si existe sobrepeso moderar el consumo de grasas.




Proteínas: Las RDA para el adulto medio son de 0,8 g/Kg/día. Durante el embarazo se requiere una cantidad adicional de proteínas en concepto de depósitos en el feto, placenta y tejidos maternos. En mujeres con buen estado nutricional se aconseja incrementar en unos 10 - 15 g(día de la ingesta recomendada.




Hidratos de carbono: La glucosa es la fuente más importante de energía para el feto, comprendiendo el 90% de ésta. Por lo tanto, el metabolismo de los hidratos de carbono en la madre durante la gestación es de una importancia enorme.







Calcio: conviene incrementar la ingesta hasta 1200 - 1500 mg de Ca/día. Tanto para asegurar el crecimiento del bebé, como para asegurar la no descalcificación de los huesos de la madre.





Hierro: Su demanda aumenta en el embarazo porque se acumula en sangre materna, feto y placenta. En promedio se debe doblar la ingesta de hierro recomendada antes del embarazo (18 mg * 2 = 36 mg Fe/día).


Folatos: Sus necesidades aumentan en el embarazo y, para prevenir los defectos en el tubo neural y otras malformaciones congénitas, sus valores deben de ser suficientes en el periodo pre-concepcional. Por ello se debe aumentar la ingesta habitual de folatos a unos 400 - 500 μg/día. La mujer en edad fértil que quiera quedarse embarazada debe aumentarlos, para que después de las 3 - 4 semanas desde la concepción, se lleve a cabo la correcta formación del tubo neural del bebé.
Las principales fuentes de ácido fólico (Vitamina B9) son: legumbres (lentejas, habas, soja), cereales integrales y sus derivados, vegetales de hoja verde (espinacas, coles, lechugas, espárragos), el germen de trigo y las frutas (melón, plátanos, naranjas y aguacate entre otros).


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