2 feb 2012

Proteínas (I)


¿Qué son las proteínas?
Las proteínas son sustancias orgánicas complejas, formadas por uniones de unos compuestos más pequeños, denominados aminoácidos. Éstos constituyen los principales elementos constituyentes de las células, ya que intervienen en funciones vitales en todos los seres vivos, pero no siempre su intervención es bien conocida.
Los aminoácidos que podemos encontrar como constituyentes de las proteínas son únicamente 20.  Dentro de este amplio grupo, tenemos que diferenciarlos en  esenciales, aquellos que tienen mayor interés en nutrición y que deben ser aportados por la dieta y los no esenciales, aquellos que se pueden sintetizar a partir de otras moléculas. De entre los aminoácidos con mayor repercusión en nutrición a escala mundial destacan la lisina, la metionina y el triptófano, debido a que son relativamente escasos en ciertos alimentos de gran consumo.
      Entonces, ¿para qué son útiles las proteínas?
Puesto que cada especie animal o vegetal está formada por su propio tipo de proteínas, para poder asimilarlas éstas deben ser digeridas hasta liberar a sus aminoácidos constituyentes, de forma que estos pasan a la sangre y se distribuyen a los diferentes tejidos en donde intervendrán en el continuo proceso de renovación celular (para reponer las pérdidas)  o se utilizarán para formar nuevas proteínas, dependiendo siempre de las necesidades del organismo. Esto responde a la necesidad del organismo de recibir un suministro continuo de proteínas para el mantenimiento de la vida, sobre todo de aquellas proteínas que contienen los nueve aminoácidos esenciales (histidina, isoleucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina triptófano, valina y leucina).
      ¿Qué cantidad de proteínas debemos ingerir para mantener un buen estado de salud?
Las necesidades  de proteínas de un sujeto son aquellas dosis mínimas de proteínas ingeridas  con la dieta, que compensan las pérdidas orgánicas debido a su eliminación.
Se estima que las necesidades proteicas de un adulto medio son de 0,6g/kg de peso/día de proteína digerible (carne, leche, huevos, pescado) pero su valor podría alcanzar hasta 0,8g/kg de peso/día, teniendo en cuenta el factor de variabilidad entre diferentes sujetos y sus necesidades. Hay que tener en cuenta, que en ciertos grupos de población, como las embarazadas, los infantes y los adolescentes, las necesidades de proteínas se verán aumentadas ya que constituyen los periodos de mayor crecimiento y desarrollo.
Los objetivos nutricionales para la población española indican una ingesta proteica no superior al 13% del total de la energía aportada por la dieta. La realidad es que esta cifra se supera con facilidad y como consecuencia hay indicios  de que un exceso de proteínas  puede provocar alteraciones como:

  • Aceleración de los procesos que conducen a una esclerosis renal.
  • Acumular un exceso de aminoácidos en  las membranas celulares de los capilares sanguíneos  dificulta el paso de los nutrientes de la sangre a las célula.
  • La excreción urinaria de calcio aumenta al hacerlo la ingesta proteica, lo que podría desencadenar en una osteoporosis.
Además, como el aporte excesivo de proteínas tampoco ofrece ninguna ventaja nutricional ni de ningún otro tipo, parece aconsejable, mantener la precaución y evitar ingestas proteicas que superen las ingestas recomendadas. Hay que tener en cuenta que el exceso de proteína no se almacena, si no que es degradado y este proceso (que se ve aumentado) produce las consecuencias anteriormente descritas. Por el contrario, si su aporte es insuficiente, disminuye la renovación proteica de los tejidos y se reduce el metabolismo de los aminoácidos. 

3 comentarios:

Cristian Martínez dijo...

Va que voy a daros un poco de guerra. Sobre la salud ósea y la alta ingesta de proteínas ofrece bastante controversia pero parece quedarse sin sustento científico actualmente. De hecho, según algunos estudios una ingesta alta de proteínas podría favorecer una buena densidad ósea.

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21102327

El rincon de la alimentacion dijo...

Hola Cristian. Los profesionales siempre tratamos de encontrar un equilibrio entre los nutrientes, valorando qué beneficios pesan más, ya que no se va recomendar algo que por otro lado pueda perjudicar la salud. Todavía faltan estudios que corroboren esa afirmación de que la alta ingesta de proteínas favorece la densidad ósea. Lo que sí que está demostrado es que el exceso de proteínas crea un sobre esfuerzo para los riñones pudiendo llegar a dañar su función normal. Sobre la densidad ósea una buena relación entre calcio y fósforo es mucho más importante, y ha demostrado su efecto protector contra la osteoporosis. Agradecemos tu interés. Sigue leyéndonos. Un saludo

Cristian Martínez dijo...

Hola de nuevo, no estaba hablando de recomendar expresamente una alta ingesta de proteínas para conseguir una buena salud ósea. Como decís hay otros factores importantes que pesan más como haber conseguido una correcta densidad ósea en las primeras etapas de la vida, una correcta ingesta de calcio y vitamina D, ejercicio físico etc. Simplemente quería matizar que también hay otros factores que pesan más en la aparición de la osteoporosis y no son una ingesta elevada de proteínas. Felicidades por el blog, un saludo ;)

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