VITAMINA B8
(VITAMINA H o BIOTINA)
La vitamina B8
es necesaria para el crecimiento, para la producción de anticuerpos y disminuye
la concentración de glucosa en sangre. La podemos encontrar en alimentos de
origen vegetal se encuentra en los frutos
secos y en las frutas como la fresa y el fresón, el aguacate y el plátano.
Y en origen animal en la yema de huevo y
en salmón.
ÁCIDO FÓLICO (B9)
El
ácido fólico es una vitamina de vital importancia para la generación de células
nuevas. La podemos encontrar en un gran número de verduras y hortalizas de hoja
verde como la lechuga, la escarola,
espinacas cocidas, también en legumbres, en la levadura de cerveza, en los
frutos secos y frutas. Y en alimentos de origen animal, la mejor fuente es el hígado. El ácido fólico genera pérdidas
con la cocción, en el proceso de enlatado y en el refinado de cereales, pero
podemos aumentar su absorción con la vitamina B12 y la B5.
Su
deficiencia es frecuente por la ausencia del consumo de verduras de hoja verde.
En las mujeres de edad fértil es imprescindible que alcancen las ingestas diarias
recomendadas, puesto que se puede generar durante el embarazo un defecto en el
tubo neuronal, afectando al cerebro (anencefalia y encefalocele) y a la columna
vertebral (espina bífida). Además se asocia a la vitamina B12, que
por su carencia puede genera una anemia megaloblástica.
VITAMINA B12 (COBALAMINA)
La vitamina B12 es imprescindible para todas las actividades desarrolladas por las células (genera los glóbulos rojos) y en el buen estado del sistema nervioso. La podemos encontrar en los alimentos de origen animal, como los pescados azules, los mejillones, el hígado, la yema de huevo, y la leche y derivados.
El
organismo humano sintetiza pequeñas cantidades de vitamina B12, y
además es capaz de almacenarse en hígado, por lo su deficiencia se da sobre
todo en aquellas personas que llevan una dieta vegetariana estricta, con la
ausencia total de alimentos de origen animal, y que puedan presentar
alteraciones en la flora intestinal. Lo más común es que se produzca una anemia
perniciosa que de síntomas de cansancio, palidez y se deba por problemas
digestivos, dieta escasa o medicamentos que interfieran sobre la vitamina B12.
VITAMINA C (ÁCIDO
ASCÓRBICO)
La
vitamina C tiene un potente efecto antioxidante, además es capaz de activar el
sistema inmune frente infecciones. Aunque también favorece la absorción del
hierro y facilita la cicatrización. La mejor fuente son las frutas como el
kiwi, la papaya, la fresa y el fresón, el limón y la naranja. Mientras que en
verduras y hortalizas la podemos encontrar en el pimiento, el chile rojo y
verde, la col de Bruselas y el brócoli. Y finalmente de origen animal, en el
hígado.
Para
poder evitar sus pérdidas, debemos evitar cocinar las verduras con poca
cantidad de agua, no dejarlas a remojo, troceándolas en porciones grandes. En
las frutas, a mayor madurez menor contenido de vitamina C, además se deben
consumir en un período breve para evitar pérdidas por oxidación.
La
deficiencia de esta vitamina genera el escorbuto, tanto en adultos como en edad
infantil. En la actualidad es poco frecuente, pero sus síntomas pueden generar
mala cicatrización de heridas, anemia, perdida de piezas dentales y sangrado en
el nacimiento del vello. En embarazadas, en la lactancia y en fumadores las
ingestas están aumentadas.
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